domingo, 14 de julio de 2013

¿Dónde estás?

¡Oh señor!
¿dónde te has escondido todo este tiempo?,
¿por qué tu rostro nunca he visto?,
mis oraciones jamás han sido escuchadas,
mas mis lagrimas que hacen mares jamás fueron secadas,
mi pecho dolor en el sufrir de este mundo en mentiras,
sol ardiente sobre mis cabeza es lo que puedo sentir.

Mi voz seca y sin eco resuena en las paredes de tu templo,
donde aquellos que claman a gran sentir,
hablan de la fe que teme a la verdad,
donde se hace la guerra contra la duda
y mis sueños son oscuros al buscar la luz.

Busco la sabiduría y el sentir de tu amor en su pureza,
mas lo que encuentro es solo el retorcer de la falsa verdad,
la mentira que es cierta
y las creencias que hacen de mi alma quebrarse en dos.
Mi cuerpo desnudo ante un altar,
ojos de hombres que buscan las manchas que llaman pecados,
para poder encarcelar mi espíritu,
hoy te pregunto: ¿quiénes ellos son para juzgarme?

Es esa tu voluntad o Señor lleno de amor!.